Desde las elecciones presidenciales, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó como ganador a Nicolás Maduro, los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Lula da Silva y Gustavo Petro, respectivamente, han intentado mediar en el conflicto luego de que la oposición mayoritaria denunciara fraude.
Ambos mandatarios, que no han reconocido la proclamada victoria de Maduro, han insistido en su petición de que el CNE publique los resultados desagregados, una solicitud que, hasta la fecha, ha sido ignorada.
Pero en las últimas semanas Venezuela ha manifestado su rechazo a declaraciones de autoridades de Colombia y Brasil, entre ellas las del asesor para asuntos internacionales de Lula, Celso Amorim, quien dijo que «el principio de transparencia no fue respetado», en las presidenciales del país caribeño.
Con Brasil se recrudeció la tensión luego de que el gigante suramericano vetó a la nación caribeña como miembro asociado del grupo de los BRICS. Brasil rechazó el ingreso de Venezuela porque, «en estos momentos», las relaciones entre ambos países «no son amistosas», según dijeron fuentes gubernamentales brasileñas a Efe.
Igualmente, Caracas ha reclamado al canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, luego de que este indicó que el Ejecutivo no reconocerá un nuevo período presidencial de Maduro, a menos que el líder chavista presente pruebas de su controvertida reelección.
Esta casa jurídica considera, que los presidentes de Brasil y Colombia les asiste totalmente la razón, en virtud del cual, toda elección debe ser transparente, y como tal, debe demostrarse; sin embargo, si la CNE no ha querido publicar los resultados, es porque hay algo “oscuro y oculto” en esas elecciones, y como tal, los altos mandos deben intervenir, para que así, puedan ser elecciones transparentes.
Autor: Dr. GIOVANYS ESCOBAR BENITEZ