La Corte Constitucional amparó los derechos a la educación y a una vida libre de violencia de dos adolescentes que manifestaron haber sido víctimas de diferentes formas de violencia de género, tanto al interior como fuera de sus instituciones educativas, por lo que ordenó, entre otras medidas, iniciar un proceso de diálogo dentro de la comunidad educativa que permita procesar internamente lo ocurrido y adoptar, de manera participativa, los ajustes necesarios. Las adolescentes señalaron que, por los entornos de violencia que sufrieron, también atravesaron dificultades en su desempeño escolar y en otras esferas de su vida individual y familiar. Sin embargo, los colegios permanecieron indiferentes ante estos contextos o restaron importancia a lo ocurrido. En el caso de una de las accionantes, el colegio, además, aplicó correctivos ante lo que consideró comportamientos de indisciplina. El alto tribunal recordó que el Estado, la sociedad y las instituciones educativas tienen un deber reforzado de diligencia en la identificación y abordaje de las conductas de violencia sexual en contra de las menores en entornos educativos, lo cual incluye, entre otras cosas, analizar los casos con perspectiva de género, entendiendo el contexto de la víctima, los factores de riesgo, las asimetrías de poder, los estereotipos de género y la intersección de características de vulnerabilidad. En ese sentido, señaló, es necesario que las autoridades, en conjunto con las instituciones educativas, den especial credibilidad al relato de las víctimas; eviten su revictimización; actúen de manera diligente, sensible y oportuna; presten los servicios requeridos, en especial la atención en salud física y mental inmediata, y garanticen agilidad en la investigación y sanción de las conductas identificadas como violencia sexual, en lo que sea de su competencia.

Para esta casa jurídica, lo traído por la Dra. DIANA FAJARDO RIVERA, Magistrada de la Corte Suprema de Justicia en su Sala de Casación Penal, tiene gran importancia debido a que, en muchas ocasiones, las instituciones educativas de nuestro país, no son muy diligentes en las distintas problemáticas que pueda tener un estudiante. Uno de estos flagelos que mas se presenta en las distintas instituciones de nuestro país, es la discriminación, debido a su raza, inclinación sexual, y por discapacidad. Se deben realizar distintas acciones para poder evitar, que sigan sucediendo estos fenómenos, la ley debe ser más rigurosa, con las personas que realicen estas acciones. De igual forma, las instituciones educativas deben ser más diligentes para evitar que se sigan cometiendo estas faltas, y se pueda tener una mejor convivencia, dentro de los planteles educativos. Además, las personas que pertenecen a dichas instituciones, deben ser más tolerantes. Recordemos que dicho valor de la tolerancia se adquiere desde la casa; ello quiere decir, que este valor, viene desde nuestros padres.

Autor: Dr. NAIRON PÉREZ TORRES.

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